29 de junio de 2006

Hay blogs de lectura obligada por su buen hacer; uno de ellos es el de Luis Alfonso Gámez en http://blogs.elcorreodigital.com/magonia que en su última publicación del 29 de junio de 2006 sale lo siguiente:

Un brindis por la Europa de la Ilustración

La libertad de expresión "no debe restringirse más para responder a la creciente sensibilidad de algunos grupos religiosos", dice una resolución aprobada ayer por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. El texto -aprobado por 98 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones- "reafirma que no puede haber una sociedad democrática sin el derecho fundamental a la libertad de expresión" y que ésta incluye "el debate abierto sobre la religión y las creencias". Después de la reacción fanática que siguió en el mundo islámico a la publicación de unas caricaturas sobre Mahoma por el diario danés Jyllands-Posten y del intento de censura vaticana a la película El código Da Vinci, el Consejo de Europa sentencia que "el debate, la sátira, el humor y la expresión artística deben disfrutar de un alto grado de libertad de expresión y el recurso a la exageración no ha de ser visto como una provocación".
El texto, titulado Libertad de expresión y respeto de las creencias religiosas, se alinea con las tesis de quienes mantuvimos desde el principio que el derecho a la libertad de expresión es irrenunciable y que incluye el derecho a equivocarse y ofender. "En una sociedad democrática, las comunidades religiosas pueden defenderse contra la crítica y el ridículo según la legislación y las normas de los derechos humanos", dice. No hay lugar, por tanto, ni siquiera para la censura que tan deseosas están de imponer algunas confesiones en Occidente.
El Consejo de Europa, integrado por 46 países y 800 millones de europeos, se pronuncia, además, contra la creación de legislaciones antiblasfemia como las que todavía existen en muchos países. "Las leyes contra la blasfemia y la crítica de las prácticas y dogmas religiosos han tenido a menudo un impacto negativo sobre el progreso social y científico. Esta situación empezó a cambiar con la Ilustración", recuerdan los autores, en lo que es una reivindicación de los valores de la civilización occidental frente al fanatismo religioso. La resolución recuerda que la libertad religiosa es un derecho fundamental -que por cierto se respeta en las sociedades laicas y no en las teocráticas-, y que el fomento del odio hacia cualquier grupo religioso es intolerable y debe ser perseguido por los Estados.
Frente a los políticos que, tras el escándalo de las caricaturas, actuaron como unos cobardes y estaban dispuestos a traficar con un derecho fundamental para calmar a los islamistas incendiarios, ha vencido la Europa ilustrada, la que se encuentra en la raíz de nuestra civilización: no hay nada, creencias incluidas, que esté libre de crítica ni de mofa. Europa ha apostado por la libertad y contra la teocracia. Hoy hay motivos en el Viejo Continente para un brindis.

5 de junio de 2006

  • ¿Cuándo un hombre es un Masón?
    por Joseph Fort Newton

    Cuando puede examinar con cuidado los ríos, las colinas y el lejano horizonte con un sentimiento profundo de su propia pequeñez en el vasto esquema de las cosas y aún tener fe, esperanza y coraje, los cuales son las raíces de toda virtud.
    Cuando conoce que en el fondo de su corazón cada hombre es tan noble, tan vil, tan divino, tan diabólico y tan solitario como él mismo y busca conocer, perdonar y amar a su compañero.
    Cuando sabe como simpatizar con un hombre en sus tristezas y aun en sus pecados, conociendo que cada hombre pelea una dura batalla contra muchas desventajas.
    Cuando ha aprendido cómo hacer amigos y mantenerlos y sobre todo, cómo ser amigo consigo mismo.
    Cuando ama las flores, puede perseguir aves sin un arma y siente el escalofrío de una antigua diversión olvidada, cuando escucha la risa de un pequeño niño.
    Cuando puede ser feliz y orgulloso en medio de las infelicidades de la vida.
    Cuando los árboles coronados de estrellas y el reflejo de la luz del sol sobre las corrientes de agua lo seducen como la idea de una muy amada y anhelada muerte.
    Cuando ninguna voz de sufrimiento llega a sus oídos en vano y ninguna mano busca su ayuda sin respuesta.
    Cuando encuentra bondad en cada fe que ayuda a cualquier hombre a depender de las cosas divinas y a ver los significados majestuosos en la vida, sin interesar cuál pueda ser el nombre de esa fe.
    Cuando puede mirar un charco al lado del camino y ver algo más allá del barro y a la cara del más miserable mortal y ver más allá del pecado.
    Cuando sabe cómo orar, cómo amar y cómo esperar.
    Cuando ha mantenido la fe consigo mismo, con su Dios; en su mano una espada contra la maldad, en su corazón un pedazo de canción; feliz por vivir, pero no temeroso de morir!
    Este hombre ha encontrado el único secreto de la Masonería y el único que debe tratar de dar a todo el mundo